lunes, 21 de abril de 2014

JUAN PABLO II Y LA PASTORAL DE LA SALUD

La Pastoral de la Salud, considerada orgánicamente en la Iglesia, nace con Juan Pablo II. (Encíclicas, cartas y motus propios)
 • Dives in misericordia: (30/XI/ 80) Con esta carta encíclica, el Papa prepara el corazón de los ministros para que sean fieles a su misión ante el dolor de los que sufren. El tendrá una experiencia muy fuerte del dolor.
 • Salvifici Doloris: (11/II/ 84) también llamada “Dimensión cristiana del sufrimiento humano”, el Papa hace un esbozo teológico sistematizado del sufrimiento humano. Esta encíclica encierra todo el contenido teológico de la Pastoral de la Salud, ya que nos hace caer en la cuenta de que el sufrimiento está llamado, en la Iglesia y en toda la sociedad, a ser un lugar privilegiado para el anuncio, la celebración y la realización de la Buena Noticia en la Nueva Evangelización.
 • Cristifideles laici: (30/XII/88) síntesis del sínodo de los laicos. En ella el Papa dedica dos artículos, el 53 y 54 específicamente a los enfermos y a los que sufren. Los enfermos no son elementos pasivos de la acción de la Iglesia, sino que están llamados a participar en el crecimiento del Reino de Dios. “También los enfermos son enviados como obreros a su viña”. “Uno de los objetivos fundamentales de esta renovada e intensificada acción pastoral es considerar al enfermo, al minusválido, a quien sufre, no simplemente como término del amor y del servicio de la Iglesia, sino más bien como sujeto activo y responsable de la obra de evangelización y de salvación”. (N° 54)
 • Dolentium Hominum: Motu Propio del 11/II/ 85 Juan Pablo II crea la Pontificia Comisión para los agentes sanitarios y esboza el contenido de la misión de la Pastoral de la Salud poniendo en marcha un nuevo movimiento en el cuidado de los enfermos.
 • Pastor Bonus: (28 / VI / 88) El Papa eleva la Pontificia Comisión a “Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud” y en los números 152 y 153 de la misma, el Papa condensa los contenidos de la Dolentium Hominum nº 6, ordenando orgánicamente la finalidad y operatividad del Pontificio Consejo de la Pastoral de la Salud creado por él. Art. 152: Preocupación por los Agentes Pastorales y los Enfermos “El Consejo manifiesta la solicitud de la Iglesia por los enfermos, ayudando a los que llevan a cabo el servicio hacia ellos y hacia los que sufren, para que el apostolado de la misericordia, del que se ocupan, responda siempre mejor a las nuevas exigencias”.
Art. 153: Acción a desarrollar 1. “Compete al Consejo difundir la doctrina de la Iglesia sobre los aspectos espirituales y morales de la enfermedad y el significado del dolor humano 2. Ofrece su colaboración a las Iglesias particulares, para que se ayude a los agentes de la salud con la atención espiritual en el desarrollo de su actividad según la doctrina cristiana, y además para que no falten las ayudas adecuadas a los que se dedican a la acción pastoral en este sector en orden a cumplir su labor. 3. Favorece el estudio y la acción que en este campo, desarrollan de varios modos, tanto las organizaciones católicas internacionales, como otras instituciones. 4. Sigue atentamente, en el campo legislativo y científico, las novedades referentes a la salud, con el fin de que se tengan en cuenta oportunamente en la labor pastoral de la Iglesia”.
• Jornada Mundial del Enfermo: El Papa la instituyó el 13 de mayo de 1992, día aniversario de la primera aparición de la Virgen en Fátima. Así asoció la Pastoral de la Salud con María Santísima, celebrando cada año esta Jornada Mundial el 11 de febrero, fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes. Cada año, el Santo Padre, ahora el Papa Francisco, envía un Mensaje para el día del enfermo en el que desarrolla un tema especial relacionado con el sufrimiento y nos mantiene actualizados en los valores teológicos, espirituales y pastorales de este trabajo en el mundo de la salud. El 11 de febrero de 1993 Juan Pablo II nos envió su primer mensaje y desde ese día se ha continuado en forma ininterrumpida la comunicación con el mundo entero haciéndonos presente la doctrina emanada en la Salvífici Doloris. También nos enseña cómo trabajar pastoralmente en medio del dolor de los hombres y cómo llevarles el amor de Jesús a su realidad cotidiana.
• Evangelium vitae: Encíclica promulgada el 25 / III / 95. La encíclica es toda una defensa de la vida: Derecho a nacer, vivir y morir dignamente. Dice el Papa en la introducción: “La encíclica quiere ser una confirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable, y, al mismo tiempo, una acuciante llamada a todos y a cada uno, en nombre de Dios: ¡respeta, defiende y sirve a la vida, a toda vida humana! ¡Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad! (EV 5) La defensa y promoción de la vida no es monopolio de nadie, sino deber y responsabilidad de todos. (EV 91)

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