miércoles, 30 de septiembre de 2020

La Conferencia Episcopal Española aborda la celebración de exequias e inhumaciones: ¿qué opina la Iglesia sobre las incineraciones?

 


El borrador de la “Instrucción pastoral sobre el acompañamiento en la muerte y el duelo. Anuncio de la Vida eterna. La celebración de exequias e inhumaciones”, es protagonista en la Comision Permanente de la Conferencia Episcopal Española que se reúne desde este martes y hasta el miércoles.

Un documento que fue anunciado a comienzos de marzo, y que ha redactado la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, que preside Enrique Benavent, obispo de Tortosa.

El objetivo de esta instrucción pastoral es la de dar orientaciones sobre "el sentido de la muerte del cristiano"; "el sentido de las exequias cristianas"; "sentido y significado de la inhumación y de la incineración"; "normas sobre la inhumación y de la incineración"; y por último "la pastoral con ocasión de la enfermedad, muerte y exequias de los cristianos".

A la espera de conocer el contenido del borrador, desde 'Aleluya' recordamos lo que establece la Iglesia Católica respecto a las exequias, las inhumaciones, la incineración y lo que se ha de hacer con las cenizas del difunto. Aspectos que inspirirán este borrador.

¿Cómo se deben celebrar las exequias según la Iglesia Católica?

El Código de Derecho Canónico explica que las exequias eclesiásticas por un creyente fallecido son las honras fúnebres con las que la Iglesia obtiene para los difuntos la ayuda espiritual y honra sus cuerpos, y a la vez proporciona a los vivos el consuelo de la esperanza.

Según indica esta norma, las exequias deben celebrarse generalmente en la propia iglesia parroquial del difunto. En el caso de tratarse de un obispo diocesano, deberán realizarse en la Catedral, excepto si el propio obispo hubiese elegido otro emplazamiento.

Si la parroquia tiene cementerio propio, el código precisa que los fieles han de ser enterrados en él. No obstante, si el mismo difunto o aquellos a quienes compete cuidar de su sepultura hubieran elegido legítimamente otro cementerio.

La inhumación es la opción más recomendable pero... ¿está permitida la incineración?

En ocasiones se piensa que la Iglesia es contraria a la incineración, cuando no es así. No obstante, sí que estableció unas pautas de lo que debe realizarse con las cenizas. Hace casi cuatro años, el 26 de octubre de 2016, la Santa Sede presentó la Instrucción Ad resurgendum cum Christo, acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación.

Un documento que fue publicado con motivo con el aumento de familias que optaban por la cremación respecto al entierro.

La Iglesia siempe recomienda conservar la costumbre de dar sepultura a los cuerpos de los difuntos. En cualquier caso, no prohíbe la cremación, siempre y cuando esta vía no haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana.

¿Qué se ha de hacer con las cenizas?

Respecto a la conservación de las cenizas, no existía hasta 2016 una legislación canónica específica. Ante las crecientes dudas de las iglesias de diferentes países, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una nueva Instrucción en la que insistía en recomendar el entierro en los cementerios o en otro lugar sagrado (es decir, la inhumación), al ser la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal.

Sin embargo, la instrucción Ad resurgendum cum Christo recogía que, si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin. No está permitida por tanto la conservación de las cenizas en el hogar. Sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, el Ordinario, de acuerdo con la Conferencia Episcopal o con el Sínodo de los Obispos, puede conceder el permiso para conservar las cenizas en el hogar.

Por otro lado, no se permite la dispersión de cenizas en el aire, en tierra o en agua o en cualquier otra forma, o la conversión de cenizas incineradas en recuerdos conmemorativos.








martes, 22 de septiembre de 2020

Carta Samaritanus bonus de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida

 

Carta Samaritanus bonus de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida, 22.09.2020

La diez claves de 

Samaritanus bonus

1
El valor inviolable de la vida

«El valor inviolable de la vida es una verdad básica de la ley moral natural y un fundamento esencial del ordenamiento jurídico. Así como no se puede aceptar que otro hombre sea nuestro esclavo, aunque nos lo pidiese, igualmente no se puede elegir directamente atentar contra la vida de un ser humano, aunque este lo pida». Este valor no desaparece en los estados vegetativos y de mínima conciencia. Si se respira autónomamente, estos no son «un signo de que el enfermo haya cesado de ser persona humana con toda la dignidad que le es propia».

2
Ni eutanasia ni ensañamiento

«La eutanasia es un acto intrínsecamente malo, en toda ocasión y circunstancia». Del mismo modo, «ayudar al suicida es una colaboración indebida a un acto ilícito». Esta valoración no cambia «aunque en casos de ese género la responsabilidad personal pueda estar disminuida o incluso no existir». La defensa de la dignidad en el morir excluye tanto estas prácticas como el «ensañamiento terapéutico», por el cual se retrasa «artificialmente la muerte, sin que el paciente reciba en tales casos un beneficio real».

3
Las raíces

Hay factores en la sociedad actual que limitan la capacidad de captar «el valor profundo e intrínseco de toda vida humana»:
–«Un uso equívoco del concepto de “muerte digna”» que la relaciona con la «calidad de vida» desde una antropología utilitarista vinculada a las funciones físicas y psíquicas, las posibilidades económicas, el bienestar, la belleza y el deleite.
–«Una errónea comprensión de la “compasión”», que afirma que «para no sufrir es mejor morir», en vez de «acoger y sostener» al enfermo.
–«Un individualismo creciente, que induce a ver a los otros como límite y amenaza de la propia libertad».

4
Cuidar siempre: hidratación y nutrición

«No es lícito suspender los cuidados que sean eficaces para sostener las funciones fisiológicas esenciales» (hidratación, nutrición, termorregulación, ayudas proporcionadas a la respiración…) «mientras el organismo sea capaz de beneficiarse» de ellas. Esto se ha hecho en numerosos casos en los últimos años, retirando cuidados básicos «a pacientes en condiciones críticas, pero no terminales».

5
Sedación

La sedación es lícita «como parte de los cuidados que se ofrecen al paciente, de tal manera que el final de la vida acontezca con la máxima paz posible y en las mejores condiciones interiores. Esto es verdad también en el caso de tratamientos que anticipan el momento de la muerte», pero se debe excluir cuando «su objetivo directo» sea matar. «Es bueno cuidar la preparación espiritual del enfermo» para este momento.

6
Cooperación y objeción de conciencia

«Toda cooperación formal o material inmediata» a la eutanasia o el suicidio «es un pecado grave contra la vida humana». Por eso debe ejercerse (y los estados reconocer) la objeción de conciencia. «Donde esta no esté reconocida, se puede llegar a la situación de deber desobedecer a la ley». En este ámbito se incluye, para las instituciones sanitarias católicas, la negativa a colaborar «con otras estructuras hospitalarias hacia las que orientar y dirigir a las personas que piden la eutanasia».

7
Eutanasia y sacramentos

Elegir y pedir una acción «gravemente inmoral» como la eutanasia o el suicidio asistido es «una manifiesta no-disposición» para los sacramentos de la Penitencia, la Unción de enfermos y la Eucaristía. Por tanto, aunque «no implica un juicio sobre la culpa», impide recibirlos hasta que el paciente haya «modificado su decisión» y haga propósito de anular las medidas tomadas. Incluso si esto no ocurre, la Iglesia debe ofrecer ayuda, escucha y cercanía «que invite siempre a la conversión» y estar atenta para descubrirla si se da. «Sin embargo, no es admisible» que los acompañantes espirituales estén presentes cuando se realicen estas prácticas, pues puede «ser interpretado como una aprobación».

8
Vulnerabilidad y ética del cuidado

El cuidado de la vida es «la primera responsabilidad» del médico, y «no puede reducirse a la capacidad de curar». La ética del cuidado se fundamenta en la «vulnerabilidad» y «fragilidad» del hombre, que es de forma conjunta «cuerpo, material y temporalmente finito, y alma, deseo de infinito y destinada a la eternidad». Esto «revela tanto nuestra dependencia de los bienes materiales y de la ayuda reciproca de los hombres, como nuestra relación originaria y profunda con Dios».

9
¿Qué cuidados paliativos?

La medicina paliativa es «un instrumento precioso e irrenunciable para acompañar al paciente» no solo al final de la vida, sino en todas las fases dolorosas y penosas de la enfermedad, particularmente en las dolencias crónicas y degenerativas. Sin embargo, deben rechazarse las legislaciones que incluyen en esta especialidad «la asistencia médica a la muerte». También es necesario asumir que «la técnica no da una respuesta radical al sufrimiento» y que «los cuidados paliativos no bastan si no existe alguien que está junto al enfermo». Por ello deben incluir «la asistencia espiritual al enfermo» y a sus parientes y reconocer el papel central de la familia, que debe contar con «la ayuda y los medios adecuados».

10
Mirar la cruz

«Todo enfermo tiene necesidad no solo de ser escuchado, sino de comprender que el propio interlocutor sabe qué significa sentirse solo, abandonado, angustiado». Por eso, es una gran ayuda «volver la mirada a Cristo» y a su cruz, en la que «están concentrados y resumidos todos los males y sufrimientos del mundo»: físico, psicológico, moral y espiritual.

viernes, 18 de septiembre de 2020

XV JORNADAS: FAMILIAS Y CUIDADOS PALIATIVOS

 


El Centro de Humanización de la Salud, celebra las XV Jornadas de Familia y Cuidados Paliativos los días 7 y 8 de octubre de 2020. 

Este año en modalidad on-line

Matrícula:

Actividad Gratuita. Subvencionada por la Consejería de Políticas Sociales, Familia. Igualdad y Natalidad

El Centro de Humanización de la Salud y el Centro Asistencial San Camilo cuentan con una Unidad de Cuidados Paliativos que este año ha cumplido 18 años. Tiempo en el que no han dejado de investigar y trabajar para ofrecer una atención especializada, innovadora y con mucho corazón. 

Para conmemorar el Día Internacional de los Cuidados Paliativos, uno de sus eventos más importantes es la organización de sus Jornadas de Familia y Cuidados Paliativos, cuya XV edición se celebrará los próximos 7 y 8 de octubre. Este año en modalidad on-line, cuyos participantes inscritos recibirán previamente el enlace para conectarse unos minutos antes de que comience la actividad.

Miércoles 7 de octubre

16:30-17:00. ACTO INAUGURAL

17:00-17:50. EXPERIENCIA

¿Qué ha pasado con los cuidados paliativos en este tiempo de COVID? 
  • Dña. Belén Martínez Cruz. Presidenta de la Asociación Madrileña de Cuidados Paliativos. AMCP

18:00-19:00. COLOQUIO:

Ética para la planificación anticipada de cuidados y la toma de decisiones 
  • D. Pilar Balbuena. Enfermera, miembro del grupo de espiritualidad de la SECPAL
  • D. Xabier Azkoitia. Responsable del servicio de atención espiritual y voluntariado. Centro San Camilo.

19:00-20:00. CONFERENCIA

¿Cómo consolar? El consuelo en el acompañamiento a la persona y su familia
  • Dña. Consuelo Santamaría. Doctora en pedagogía, máster en duelo y counselling
  •  Jueves 8 de octubre

16:30-17:00. INVESTIGACIÓN  Y PUBLICACIONES EN CUIDADOS PALIATIVOS:

  • Departamento de investigación Centro San Camilo

17:00-18:00  CONFERENCIA 

El voluntariado que cuida hasta el final de la vida
  •  D. Luis Aranguren Gonzalo. Doctor en filosofía, licenciado en teología.

18.30-19:30 COLOQUIO

Ritos y despedidas, ¿qué valor tienen en el final de la vida y el duelo?
  • D. Valentín Rodil Gavala. Teólogo, máster en duelo, responsable de la Unidad  Móvil de Intervención y
  • Dña. Marisa Magaña. Psicóloga, máster en Duelo y Counselling, responsable del Centro de Escucha San Camilo.

19.30-20:00 CELEBRACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS

Manifiesto del Centro San Camilo con motivo del día Internacional de los Cuidados Paliativos
  • Acto musical/celebrativo
  • Inscripción

    Solicitudes abiertas

    Fechas del curso: Miércoles 7 y jueves 8 de octubre de 2020
    Plazas disponibles: 250
    Precio: Actividad Gratuita. Subvencionada por la Consejería de Políticas Sociales, Familia. Igualdad y Natalidad

    El Centro de Humanización de la Salud, celebra las XV Jornadas de Familia y Cuidados Paliativos los días 7 y 8 de octubre de 2020. Este año en modalidad on-line

    El Centro de Humanización de la Salud y el Centro Asistencial San Camilo, que cuenta con una Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) , organizamos estas jornadas con el deseo de “estar cerca de los enfermos terminales y de sus familias”, así como rendir “homenaje a las personas que apuestan por estos cuidados”. 

    INSCRIPCIÓN





lunes, 14 de septiembre de 2020

No hay enfermos “incuidables”, aunque sean incurables

 



La Conferencia Episcopal Española ha reflexionado repetidas veces sobre este grave asunto que pone en cuestión la dignidad de la vida humana. El último texto fue publicado el pasado 1 de noviembre de 2019 bajo el título “Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de la vida humana” y en él se examinan los argumentos de quienes desean favorecer la eutanasia y el suicidio asistido, poniendo en evidencia su inconsistencia al partir de premisas ideológicas más que de la realidad de los enfermos en situación terminal. Invitamos encarecidamente a la comunidad cristiana a su lectura y al resto de nuestros conciudadanos a acoger sin prejuicios las reflexiones que en este texto se proponen.

Insistir en “el derecho eutanasia” es propio de una visión individualista y reduccionista del ser humano y de una libertad desvinculada de la responsabilidad.  Se afirma una radical autonomía individual y, al mismo tiempo, se reclama una intervención “compasiva” de la sociedad a través de la medicina, originándose una incoherencia antropológica. Por un lado, se niega la dimensión social del ser humano, “diciendo mi vida es mía y sólo mía y me la puedo quitar” y, por otro lado, se pide que sea otro –la sociedad organizada– quien legitime la decisión o la sustituya y elimine el sufrimiento o el sinsentido, eliminando la vida.

La epidemia que seguimos padeciendo nos ha hecho caer en la cuenta de que somos responsables unos de otros y ha relativizado las propuestas de autonomía individualista. La muerte en soledad de tantos enfermos y la situación de las personas mayores nos interpelan. Todos hemos elogiado a la profesión médica que, desde el juramento hipocrático hasta hoy, se compromete en el cuidado y defensa de la vida humana. La sociedad española ha aplaudido su dedicación y ha pedido un apoyo mayor a nuestro sistema de salud para intensificar los cuidados y “no dejar a nadie atrás”.

Lo propio de la medicina es curar, pero también cuidar, aliviar y consolar sobre todo al final de esta vida. La medicina paliativa se propone humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final. No hay enfermos “incuidables”, aunque sean incurables. Abogamos, pues, por una adecuada legislación de los cuidados paliativos que responda a las necesidades actuales que no están plenamente atendidas. La fragilidad que estamos experimentando durante este tiempo constituye una oportunidad para reflexionar sobre el significado de la vida, el cuidado fraterno y el sentido del sufrimiento y de la muerte.
El suicidio, creciente entre nosotros, también reclama una reflexión y prácticas sociales y sanitarias de prevención y cuidado oportuno. La legalización de formas de suicidio asistido no ayudará a la hora de insistir a quienes están tentados por el suicidio que la muerte no es la salida adecuada. La ley, que tiene una función de propuesta general de criterios éticos, no puede proponer la muerte como solución a los problemas.

Una sociedad no puede pensar en la eliminación total del sufrimiento y, cuando no lo consigue, proponer salir del escenario de la vida; por el contrario, ha de acompañar, paliar y ayudar a vivir ese sufrimiento. No se entiende la propuesta de una ley para poner en manos de otros, especialmente de los médicos, el poder quitar la vida de los enfermos.
Comisión Ejecutiva de la CEE
El sí a la dignidad de la persona, más aún en sus momentos de mayor indefensión y fragilidad, nos obliga a oponernos a esta esta ley que, en nombre de una presunta muerte digna, niega en su raíz la dignidad de toda vida humana.

Madrid, 14 de septiembre, Exaltación de la Santa Cruz

miércoles, 9 de septiembre de 2020

PROGRAMACIÓN DEL SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL DE LA SALUD 2020 / 2021



Secretariado de Pastoral de la Salud 


La Pastoral de la Salud tiene como misión fundamental manifestar el amor y la presencia de Cristo y de la Iglesia junto a los que sufren la enfermedad, sus familiares y las personas que los cuidan y atienden en este tiempo de pandemia. Para ello su tarea pastoral abarca varios campos: parroquias, servicios de asistencia religiosa en centros hospitalarios y residenciales, profesionales cristianos y religiosos/as socio-sanitarios.
--------------------
El curso que comienza nos plantea un reto ante la nueva situación en la que nos ha planteado la covid-19. Tenemos que tener una actitud nueva. Hay que hacer un cambio de rumbo y de camino para hacer una transformación en lo individual y en lo colectivo.
Debemos aprender a vivir con otros parámetros , que pasan por nuestro interior para renovarnos.
Necesitamos recuperar la mirada interior.
"La crisis del coronavirus nos ha sorprendido a todos como una tormenta que descarga de repente, cambiando súbitamente a nivel individual nuestra vida personal, familiar, laboral y pública...·"(Papa Francisco) Y esta crisis nos está planteando unos interrogantes de fondo, que conciernen a la felicidad de nuestra vida..
El coronavirus ataca a zonas de la mente y del corazón, y por supuesto a espacios de la misma alma, dejando a veces a la persona turbada en una soledad profunda, sin saber en qué acabará esta crisis tan extensa o cómo afectará a la humanidad entera. 
Nos necesitamos unos a otros mucho más de lo que nos parecía antes de la pandemia, sin saber en qué acabará esta crisis, tan extensa o cómo afectará a la humanidad entera. La crisis son ocasiones, oportunidades de primer orden para auditar nuestras formas de vida, explorar las causas que activaron y abordar el presente y el futuro desde una nueva mentalidad- Una oportunidad para la esperanza. Ser cristianos en tiempo de pandemia

                             Rafael Gil Vicuña
                Conoces las regla de las 3 M? Un sencillo código nemotécnico para  protegerte del coronavirus en reuniones familiares o con amigos | Diario Sur              
 CAMPAÑA 2021
"LA FRATERNIDAD FUNDAMENTO DE LA ATENCIÓN INTEGRAL A LA PERSONA, ¿QUÉ HACES CON TU HERMANO?"
Soluciones para reducir la soledad y mejorar la calidad de vida en los  ancianos afectados por el aislamiento social, debido a COVID-19 –  Residential Plaza Blue Lagoon
 LA SOLEDAD / COVID-19
"Uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos" (Mt 23,8)
Sus objetivos:

Anunciar la Buena Noticia de la Salud a los enfermos.

Velar porque los enfermos cristianos y sus familiares dispongan de los servicios eclesiales que pudieran necesitar.


Atender duelos postcovit (Centro de escucha)

-  Potenciar la dimensión sanadora de la fe cristiana en la vida de fe personal y comunitaria.

Coordinar a las personas y entidades que, en nombre de la Iglesia están presentes en el mundo sanitario: voluntarios, capellanes, profesionales sanitarios cristianos, asociaciones, etc.

 Proporcionar la formación que soliciten a todas estas personas y entidades para realizar una acción pastoral de calidad.

Promover dentro de todos los campos de la Pastoral de la Diócesis (Infancia y Juventud, Catequesis, Liturgia, Pastoral de la Tercera Edad, Pastoral Penitenciaria, etc.) la sensibilidad y el compromiso para que el enfermo y la realidad de la salud tengan un reflejo en sus tareas pastorales.

 Proponer a la diócesis las acciones e ideas para que el anuncio del Evangelio en el mundo socio-sanitario sea más adecuado y eficaz.

Colaborar en la consecución de unas buenas relaciones institucionales entre la diócesis y los organismos públicos y privados responsables de los servicios sociales y sanitarios.
Resultado de imagen de diocesis calahorra
CALENDARIO DE PASTORAL DE LA SALUD 2020/2021
 

https://pastoraldelasaludrioja.blogspot.com/2020/10/xvi-jornadas-sobre-duelo.html


Febrero
4, 18 Y 25 Jornadas de Pastoral de la Salud (Modalidad virtual)
11: Jornada Mundial del Enfermo
13: Procesión Mariana de Antorchas
Mayo
9: Pascua del Enfermo
Junio
25-28: XXVIII Peregrinación Diocesana a Lourdes
-------------------------------

Presentación del libro Dios en la Pandemia

Dios En La Pandemia: Prólogo del papa Francisco: 429 Ser cristianos en  tiempos de prueba: Amazon.es: Kasper, Walter, Augustin, George: Libros

Enseñanzas éticas de la crisis por COVID-19