Con el tema “Pastoral de la salud y ecología integral. Cuidar la tierra, cuidar personas”, hemos celebrado en Madrid, del 19 al 22 de septiembre, las XLI Jornadas nacionales de Pastoral de la Salud, con la asistencia de 90 personas representando a casi todas las Diócesis, y presididos por don Jesús Fernández, obispo responsable del departamento de Pastoral de la Salud de la CEE y obispo auxiliar de Santiago de Compostela.
Tomando como marco la carta encíclica ‘Laudato Si’ hemos querido acercarnos con una mirada integral a nuestra realidad social, a la situación medioambiental y a los retos que hoy nos presenta el cuidado de nuestra casa común y de quienes vivimos en ella. La contaminación, la desertización, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua potable, la sobreexplotación de recursos naturales está agrandando la brecha de la desigualdad, el aumento de los migrantes que huyen de la degradación ambiental, y ello genera enfermedad, pobreza y exclusión, negando la dignidad y la salud a muchas personas de nuestro planeta.
Desde la convicción de que ‘en el mundo todo está conectado’ (LS 16), no podemos entender la naturaleza como algo separado de nosotros, o como un mero marco de nuestra vida. La ecología afecta directamente a la salud; degradar el mundo es degradar la salud y provocar enfermedad. Por tanto, cuidar de la tierra es apostar por la salud de las personas. Y para cuidar a las personas, es fundamental buscar soluciones integrales y cuidar la tierra. Recordando las palabras del Génesis, el plan de Dios sitúa al ser humano dentro de la creación, con el encargo de labrar y cuidar el jardín del mundo, lo que significa protegerlo y custodiarlo. Es necesario hacer un uso responsable de las cosas, reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio. La humanidad necesita cambiar (LS 202). Tenemos un desafío cultural, espiritual y educativo.
Debemos generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido comunitario, una especial capacidad de cuidado, una creatividad más generosa, un entrañable amor a la propia tierra, una denuncia profética de los posibles riesgos a la salud. La crisis socio-ambiental es una llamada a vivir una conversión ecológica, respondiendo a la vocación de protectores de la obra de Dios: cuidar la tierra, cuidar personas.
Ante esta realidad, como agentes de Pastoral de la Salud sentimos la responsabilidad de hacer presente esta concepción socio-ambiental en nuestros ámbitos de misión: hospitales, residencias, domicilios, parroquias. Entendiendo por Salud el conjunto de relaciones armónicas entre Dios, la Creación y la humanidad, lo que sucede al conjunto del planeta no nos es ajeno, y debemos asumir la responsabilidad de predicar el desequilibrio creado y trabajar por una salud integral de la tierra y de las personas. Nuestra misión no es solo cuidar a las personas enfermas, sino “dar vida, y vida en abundancia” (Jn 10,10).
No hay comentarios:
Publicar un comentario