lunes, 29 de abril de 2019

PASCUA DEL ENFERMO: “El voluntariado en la Pastoral de la Salud. Identidad y misión”

“El voluntariado en la Pastoral de la Salud. Identidad y misión”
“Gratis lo habéis recibido, da gratis” (Mt 10, 8)
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Los voluntarios de Pastoral de la Salud hacéis visible el amor de Dios por los enfermos. En este sentido sois una parte esencial de la caridad de Cristo que la Iglesia está llamada a realizar. Por tanto, tened la certeza de estar cada uno en el “corazón” de la Iglesia.

Espero que este material os sirva de ayuda y estímulo a los miles de voluntarios que cada día os entregáis a la preciosa tarea de cuidar a quienes sufren las consecuencias de la enfermedad: los enfermos y quienes les cuida Como nos recuerda el Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo de este año, “el cuidado de los enfermos requiere profesionalidad y ternura, expresiones de gratuidad, inmediatas y sencillas como la caricia, a través de las cuales se consigue que la otra persona se sienta querida”. La caridad supone una verdadera promoción de lo humano, porque pone en marcha iniciativas que ayudan a que la persona humana pueda desarrollarse como tal y a vivir en unas condiciones de vida más acordes con su dignidad.

Es importante que en esa entrega de cada uno por los enfermos podáis hacer las cosas adecuadamente. Por ello es necesario que os forméis bien, que adquiráis las habilidades y los recursos necesarios, sin olvidar, como nos recordaba el Papa Benedicto XVI en la Encíclica “Deus caritas est”, 31, que la primera necesidad de los enfermos es la atención cordial, la humanidad y, por consiguiente, hay una prioridad de la “formación del corazón”.

Acompañar y cuidar a todos los enfermos sin distinción de credo, cultura, razas o ideologías. Y hacerlo a la persona en su integridad, en todas sus dimensiones y en todas sus necesidades. No es posible ocuparnos de la atención religiosa y desentendernos de las necesidades espirituales como la necesidad de escucha, compañía, consuelo, … No es una u otra. Ambas. No hay ninguna persona que no sea objeto de la caridad de Cristo, que es la que nos mueve a nosotros, por tanto, nadie queda excluido de nuestros cuidados.

La enfermedad supone siempre, particularmente la grave una crisis y nos plantea interrogantes vitales que surgen desde lo más íntimo del corazón que sufre. Se hace, entonces, necesario estar preparados para aporta esperanza; pero no una esperanza cualquiera, sino una esperanza “fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino” (Benedicto XVI. Encíclicas “Spes Salvi, 1). La esperanza que nos trae Cristo. “Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia” (2 Pe 3, 13) “Y oí una gran voz desde el trono que decía: «He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos serán su pueblo, y el “Dios con ellos” será su Dios». Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido. Y dijo el que está sentado en el trono: «Mira, hago nuevas todas las cosas»” (Ap 21, 3-5)

La ciencia cristiana del sufrimiento, indicada explícitamente por el Concilio como la única verdad capaz de responder al misterio del sufrimiento y de dar a quien está enfermo un alivio sin engaño: No está en nuestro poder el conceder la salud corporal, ni tampoco la disminución de los dolores físicos (…) Pero tenemos una cosa más profunda y más preciosa que ofreceros. Cristo no suprimió el sufrimiento y tampoco ha querido desvelarnos enteramente su misterio: Él lo tomó sobre sí, y eso es bastante para que nosotros comprendamos todo su valor (cf. Concilio Vaticano II, Mensaje a los pobres, a los enfermos y a todos los que sufren, 8 de diciembre de 1965)”.

Muchas gracias por vuestra misión con mi afecto y mi bendición.
+ Francesc Pardo Artigas
Obispo de Girona y responsable del departamento de Pastoral de la Salud


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