El VI Domingo de Pascua este año 2023 se celebrará el 14 de mayo. Es un día en el que las
comunidades parroquiales oran con y por los enfermos y se administra el sacramento de la unción de
los enfermos. El Papa Francisco en una Audiencia el 26 de febrero de 2014 nos recordaba algunos
aspectos fundamentales sobre la administración de este sacramento:
• “Antiguamente se le llamaba «Extrema unción», porque se entendía como un consuelo
espiritual en la inminencia de la muerte. Hablar, en cambio, de «Unción de los enfermos»
nos ayuda a ampliar la mirada a la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento, en el
horizonte de la misericordia de Dios”.
• Cada vez que celebramos ese sacramento, el Señor Jesús, en la persona del sacerdote, se
hace cercano a quien sufre y está gravemente enfermo, o es anciano. Dice la parábola
que el buen samaritano se hace cargo del hombre que sufre, derramando sobre sus
heridas aceite y vino”.
• “Se confía a la persona que sufre a un hotelero, a fin de que pueda seguir cuidando de
ella, sin preocuparse por los gastos. Bien, ¿quién es este hotelero? Es la Iglesia, la
comunidad cristiana, somos nosotros, a quienes el Señor Jesús, cada día, confía a quienes
tienen aflicciones, en el cuerpo y en el espíritu, para que podamos seguir derramando
sobre ellos, sin medida, toda su misericordia y la salvación”.
• “Jesús, en efecto, enseñó a sus discípulos a tener su misma predilección por los enfermos
y por quienes sufren y les transmitió la capacidad y la tarea de seguir dispensando en su
nombre y según su corazón alivio y paz, a través de la gracia especial de ese sacramento”.
• “Cada persona de más de 65 años, puede recibir este sacramento, mediante el cual es
Jesús mismo quien se acerca a nosotros”.
• El sacerdote viene para ayudar al enfermo o al anciano; por ello es tan importante la
visita de los sacerdotes a los enfermos".
• “Es siempre hermoso saber que en el momento del dolor y de la enfermedad no estamos
solos: el sacerdote y quienes están presentes durante la Unción de los enfermos
representan, en efecto, a toda la comunidad cristiana que, como un único cuerpo nos
reúne alrededor de quien sufre y de los familiares, alimentando en ellos la fe y la
esperanza, y sosteniéndolos con la oración y el calor fraterno”.
• “Pero el consuelo más grande deriva del hecho de que quien se hace presente en el
sacramento es el Señor Jesús mismo, que nos toma de la mano, nos acaricia como hacía
con los enfermos y nos recuerda que le pertenecemos y que nada —ni siquiera el mal y la
muerte— podrá jamás separarnos de Él”.
Monición de entrada
En este VI domingo de Pascua la Iglesia española nos invita a celebrar la Pascua del Enfermo.
Una celebración que pone fin a la Campaña del enfermo, iniciada el 11 de febrero con la Jornada
Mundial. Este año la Campaña tiene como tema: “No me rechaces ahora en la vejez, no me
abandones” (Sal 71,9) Déjate cautivar por su rostro desgastado.
Hay muchos hermanos nuestros que experimentan el cansancio y la soledad ante la
enfermedad. Pongamos especialmente hoy en nuestra oración a los mayores, particularmente a
quienes se sienten solos. Que Cristo Resucitado nos anime en esta misión de acompañarles con
nuestro cuidado y la compasión.
Con alegría y gozo, iniciamos esta celebración (y acogemos también en ella a los hermanos que
van a recibir el Sacramento de la Unción)
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