viernes, 13 de diciembre de 2013

Tema 3. Dificultades de los agentes pastorales y de los SARCH, y retos para el futuro.

1º EXPOSICIÓN SINTÉTICA:

Las dificultades con las que hoy nos encontramos en la tarea pastoral son muchas:
Las Orientaciones del documento ARH (nos. 50.53-55.62) nos apuntan algunas como: la gran cantidad de personas a visitar, el activismo, el riesgo de la rutina, la falta de formación, la no-programación que lleva a la improvisación, la tentación de ocultarse tras el rol religioso-sacramental, el dogmatismo, el juicio,…
También se apuntaban por parte de todos vosotros, en la Encuesta de Capellanes y SARCH, otras dificultades con las que os encontráis en el día a día (preg. 18 y 37), tales como: las dificultades que pone la familia para el encuentro con el enfermo, los prejuicios o la indiferencia religiosa, el no encontrar tiempo e intimidad para el diálogo con el enfermo, el secularismo y la poca valoración de lo religioso,…
Y por parte de los miembros del SARCH: el sufrimiento y muerte con que te encuentras y el peligro del burnout, lo ‘atado’ que es por los horarios, noches, guardias; la poca valoración, la remuneración, las cada vez más tareas diocesanas, la poca estima diocesana sobre esta tarea pastoral,…
Todo ello puede producir desmotivación, cansancio, abandono,…
También el Papa Francisco nos hace una radiografía de la sociedad con la que nos encontramos y de los agentes pastorales que creo que es digna de reflexionar (
Evangelii Gaudium, 76-109): el individualismo, la crisis de identidad, la caída del fervor, la tristeza pastoral, el pesimismo, el complejo de inferioridad,…
Esto es una radiografía amplia. Ahora toca plasmarla en tu/vuestra realidad.

2º PARA IDENTIFICAR NUESTRA REALIDAD:

Después de lo reflexionado, ¿qué dificultades concretas encontráis en vuestro entorno a nivel pastoral y del SARCH?
¿Y qué dificultades personales están más presentes en ti y en los miembros de tu equipo pastoral hospitalario?

3º PARA REFLEXIONAR DESDE LOS VALORES EVANGÉLICOS:

"A veces nos entretenemos vanidosos hablando sobre «lo que habría que hacer» —el pecado del «habriaqueísmo»— como maestros espirituales y sabios pastorales que señalan desde afuera. Cultivamos nuestra imaginación sin límites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel.
Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no
aprende de sus pecados ni está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. ¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos robar el Evangelio!". (
Evangelii Gaudium, 96-97)
"Nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor: ayudan a tanta gente a curarse o a morir en paz en precarios hospitales, o acompañan personas esclavizadas por diversas adicciones en los lugares más pobres de la tierra, o se desgastan en la educación de niños y jóvenes, o cuidan ancianos abandonados por todos, o tratan de comunicar valores en ambientes hostiles, o se entregan de muchas otras maneras que muestran ese inmenso amor a la humanidad que nos ha inspirado el Dios hecho hombre.
Agradezco el hermoso ejemplo que me dan tantos cristianos que ofrecen su vida y su tiempo con alegría. Ese testimonio me hace mucho bien y me sostiene en mi propio deseo de superar el egoísmo para entregarme más". (
Evangelii Gaudium, 76)

4º PARA EMPRENDER CONDICIONES DE CAMBIO:

Comparte con la Iglesia española vuestros problemas y dificultades pastorales, más comunes.
A partir de éstos, ¿qué retos nos deberíamos plantear para ayudar personalmente a los miembros de los SARCH y pastoralmente a los equipos?
(

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