martes, 3 de diciembre de 2013

TEMA 6. Enviados a los enfermos por la Iglesia


TEMA 6.ENVIADOS A LOS ENFERMOS POR LA IGLESIA

    Somos <<enviados>> a los enfermos  <<por la Iglesia>>.

   En primer lugar, somos <<enviados>>. Nadie se envía si mismo. Los visitadores de enfermos somos enviados por el obispo o su representante, si se trata de un equipo de un establecimiento hospitalario o de una residencia de ancianos, y por el sacerdote responsable, si se trata de visitar a los enfermos en sus casas.

    Más concreto, somos enviados, <<por la Iglesia>>, el Pueblo del que formamos parte. No voy a visitar a un enfermo a título personal. A través de mí, es, en efecto, Jesucristo, por su Iglesia, el que atiende, escucha y ama al enfermo.

    El saber que nuestra visita compromete a la Iglesia debe dar a nuestros contactos con los enfermos una mayor seriedad, apertura y respeto, así como fidelidad y constancia.

He de responder ante la Iglesia.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO:

  1. Soy visitador de enfermos. ¿Me he lanzado solo a esta aventura, o he consultado con el sacerdote de la parroquia, con el capellán del establecimiento sanitario, o con otros cristianos ya comprometidos en esta misión?

  1. ¿Soy consciente de que no visito a los enfermos en mi propio nombre sino en nombre de la Iglesia? ¿Qué consecuencias entraña esta convicción para mí, especialmente en lo que concierne a la calidad de mis visitas y, por lo tato, a mi formación?

  1. Cuando se es enviado, se <<rinden cuentas>>. ¿Existe una instancia de reflexión y de intercambio en la que me encuentro con otras personas que comparten la misma misión?

  1. ¿Hemos pensado en invitar a otros cristianos a unirse a nosotros en determinados momentos (oración, celebraciones…)? ¿Cómo han reaccionado? ¿Hemos hablado de sus vivencias?

A LA ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS

  • Juan 15,1-8:La vid

v. 5: <<Yo soy la Vid, vosotros los sarmientos>>. Hay muchas ramas en una cepa, pero todas están unidas a ella. También nosOtros necesitamos permanecer <<en El>>, Porque sin El no daremos frutos que permanezcan.

  • Otros textos

-         Jn 20,21: <<Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros>>.
-         Lc 9, 1-6: <<Los apóstoles se marcharon y fueron recorriendo las aldeas, anunciando el Evangelio y curando por todas partes>>.
-         1 Cor 12, 12-22: <<Todos los miembros del cuerpo, por muchos que sean, no forman más que un cuerpo>>.

ORACIÓN

Señor, ¿cómo no pensar
que todos tenemos nuestra propia vocación en la Iglesia?
Todos estamos llamados a la santidad,
todos estamos llamados a comunicar nuestra fe,
a ser misioneros, dondequiera  que vivamos.
En el difícil caminar de la Iglesia actual,
guárdanos de lamentarnos,
de criticar la falta de vocaciones,
o la crisis de esto o de aquello.

Haz, más bien, que carguemos con nuestra parte
de la carga de la Iglesia para nacer y para animar.
Abre nuestra inteligencia y nuestros corazones
a los impulsos de tu Espíritu,
para que la Iglesia encuentre las formas adecuadas
y los constructores necesarios.
Si todos nos sintiésemos más responsables
en tu Iglesia, estaría más viva
 que las vocaciones nacerían.

                             Félix Lacambre

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