24 horas para el Señor
En la Concatedral de La Redonda de Logroño
25 de marzo, sábado, a las 13:00 h.
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Hora Santa
por los enfermos.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él
CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES
Monitor:
Señor: Hoy en este día
resuenan en mis oídos las palabras que dijiste: “Aunque la madre se olvide de
sus hijos, yo jamás te olvidaré”
Sé que me miras con cariño y
me amas con ternura, porque estoy enfermo.
Estoy debilitado físicamente,
estoy preocupado por la enfermedad que se apodero de mí. A veces, el
sufrimiento me hace perder el gusto a la vida.
Pero la Fe me da la seguridad
de que estás a mi lado, para ampararme, para consolarme, y para comunicarme la
fuerza necesaria a fin de que no vacile en la hora del dolor y no me desanime
en la hora del sufrimiento.
En el esfuerzo de los que me
atienden veré tu mano, Señor, que quiere levantarme y verme restablecido.
Los sacrificios que este día
me reserva, con tu ayuda quiero soportarlos pacientemente y las alegrías que
por ventura sienta, quiero compartirlas con quien esté sufriendo conmigo.
Señor tu das a la vida una
perspectiva de eternidad. Porque si solo pensamos en los cuatro días de este
mundo, entonces, lo más lógico es que solo pensemos en divertirnos y gozar de
la vida. Pero, al final, habremos perdido nuestro tiempo y nuestra vida, Y ¡que
tristeza se sentirá en el último momento, cuando uno se dé cuenta de haber vivido
solamente para este mundo, sin pensar en la eternidad que nos espera!
Por eso, vive tu vida en
plenitud, vive tu vida con ilusión, vive tu vida con amor. La vida es un regalo
de Dios, un tesoro que Dios te ha entregado para que puedas crecer en su amor.
La vida es como un libro en el que cada día debes escribir las páginas más
hermosas.
No importa, si estás enfermo
en un lecho o si estas en una silla de ruedas, tu vida vale tanto para Dios
como la de cualquier ser humano, que camina por la calle y está trabajando todo
el día. Tu vida vale tanto como tu amor. Cuánto más amas, mas vales para Dios.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y
dolencias del pueblo .(Mt 4, 23).
Señor te pido que tengas compasión de mí. Visítame a través de tu Evangelio
para que todos reconozcan que tu estas vivo en tu Iglesia hoy y que se renueve
mi fe y mi confianza en ti. AMEN.
Lucas
17(11-19)
En aquel tiempo, yendo Jesús de camino a Jerusalén, pasaba por los confines
entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro
diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz,
dijeron: ¡ Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros ! Al verlos, les dijo: Id
y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.
Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y
postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era
un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los
otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios
sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
PALABRA DEL SEÑOR
Lector 1:
DE CAMINO HACIA JERUSALEN, JESUS PASABA ENTRE SAMARIA Y GALILEA…
Como sabemos Dios vienen a sanar a todos, tanto blancos como negros, tanto
a ricos como pobres, tanto viejos o niños porque este Dios es nuestro Padre y
Padre de Misericordia. Es un anuncio también de que la Iglesia de Jesucristo
manifestará su gloria, cuando todos los pueblos sean un solo rebaño, dirigidos
por un solo pastor.
Esto nos hace descubrir el mundo extenso, casi incontable de todos los que
hoy, en una y otra medida sufren en sus casas y hospitales, solos o
acompañados, con la Fe como fuerza, o debilitados interiormente por la ausencia
de Dios.
SILENCIO
ORACION: Señor, hoy quiero pedirte por los enfermos en todo el mundo,
quiero decirte que ahora con tu amistad, he comenzado a descubrir el lazo
misericordioso de amor que me une a todos los hombres; pero de una manera muy
especial a los enfermos.
En este lazo misericordioso de unión estás Tú, tu dolor, tu pasión, tu
muerte, y también tu Resurrección.
Mis hermanos enfermos y yo enfermo, estamos unidos a Ti, a tu dolor, a tu
amor, a tu Misericordia.
Por eso comienzo a entender que por Ti, el sufrimiento tiene un nuevo
sentido.
Compartimos el dolor contigo.
Te pido por mis hermanos enfermos, dales fuerza y Fe; paciencia y
esperanza, que descubran los signos de la Misericordia y te descubran como
amigo, apoyo y Maestro del dolor. PADRE NUESTRO
Lector 2:
VINIERON A SU ENCUENTRO DIEZ LEPROSOS, QUE SE DETUVIERON A DISTANCIA…
LA LEPRA:
La enfermedad.
La enfermedad es un tesoro para el que sabe amar. El hombre, que no ha
sufrido, no sabe lo que es amar de verdad, porque el sufrimiento es el alma del
amor y el amor tiene las raíces en forma de cruz. Cuando más
amas, más capacidad tienes para sufrir por la persona que amas. Y yo te
pregunto:
¿Cuánto amas tu a Dios? (unos segundos para meditar)
¿Cuánto eres capaz de sufrir por El? (unos segundos para meditar)
¿Eres capaz de dar tu vida por su amor como los mártires? (unos segundos
para meditar)
Cuando el dolor llame a tu puerta, no te rebeles contra Dios, ofréceselo
con amor. El sufrimiento con amor es la perla más preciosa que puedes ofrecer a
tu Padre Dios.
Tu vida es de Dios, no lo olvides, y a Dios debe volver. Tu vida solo
tendrá sentido en la medida en que vivas con amor por Dios y para Dios, sólo así
te realizaras como persona serás de verdad plenamente feliz.
Me preguntarás: ¿Por qué Dios me ha castigado de esta manera? ¿Por qué
tengo que sufrir esta enfermedad incurable? ¿Hasta cuándo? ¿Por qué Dios se ha
llevado a mis seres queridos? ¿Por qué? Y podrás seguir preguntándome muchas más
cosas.
Hermano enfermo, escúchame, quiero hablarte al corazón, con sinceridad. Una
de las penas más grandes que puedes sufrir es tu soledad. Ya sé que los demás
no pueden comprender la profundidad de tu dolor interior al sentirte inútil y
sin ganas de vivir. Pero Jesús, que ha sufrido más que tú, si puede entenderte.
Acude a Él, acércate a Él, no te quedes a distancia y dile que te abra los
ojos del alma para que puedas comprender el sentido de tu vida y de tu dolor.
Dios tiene para ti una misión especial, que no ha encomendado a ningún otro.
Quizás sea una misión poco brillante, quizás sea oculta y oscura a los ojos del
mundo, pero no por ello, menos importante. Tú vales infinitamente para Dios.
Jesús murió por ti y te ama infinitamente. No te desanimes, mira a lo alto,
mira a Jesús clavado en la cruz y dile:
SILENCIO
Señor, gracias por mi vida. Gracias por haber muerto por mí en la cruz.
Gracias por tener un plan maravilloso para mí. Gracias porque a pesar de todas
mis rebeldías y de todos mis miedos y rechazos, Tú sigues teniendo paciencia
conmigo y me amas a pesar de todo. Gracias, porque me has hecho así. Gracias,
Señor. Te ofrezco mi vida y te ofrezco mi amor con todos los besos y flores de
mi corazón. Amen. PADRE NUESTRO
LECTOR 3:
JESUS, MAESTRO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS…
Señor, ten piedad; Señor ten piedad; he aquí la oración que no deja de
brotar de lo más profundo de nuestro ser.
Levanto mis ojos a los montes, de dónde me vendrá el auxilio
JESUS SANA HOY.
No olvides que Jesús sana a
los enfermos. Por eso, cuando haya algún enfermo en tu familia, aparte de
acudir al médico, debes preocuparte de pedir oraciones a todos los que puedas.
Muchos enfermos son sanados y muchos más podrán ser sanados, si sus familiares
tuvieran más Fe y pidieran insistentemente a Dios la curación de sus seres
queridos. Nunca pierdas la esperanza de su curación.
Frecuenta la comunión, y
recibe la Unción de los Enfermos, Sacramento maravilloso de reconciliación con
tu Dios y de Sanación.
VAYAN Y PRESÉNTENSE A LOS SACERDOTES…
Antiguamente había una ley que aquel que estuviera enfermo de lepra tenía
que apartarse del pueblo y de la gente, porque era considerado un gran pecador.
Y si obtenía la curación, debía presentarse a los sacerdotes para que ellos
comprobaran el hecho. Jesucristo vino a cambiar esas leyes por las leyes del
amor, pues la enfermedad no es porque haz pecado, sino por voluntad de Dios que
de ese mal sacará grandes bienes.
Hoy, la ley del enfermo es que no por estar enfermo, podemos aprovecharnos
de los demás, debemos ser agradecidos y respetuosos.
Debemos respetar también las leyes fuera y dentro de nuestras casas. Esto
es lo que manda nuestro Dios. Cuando llega la enfermedad no es solo dolorosa
para aquel que la padece sino también para aquellas personas que nos aman.
SILENCIO
Señor te doy
gracias por mi familia y por todos aquellos que me ayudan a cargar esta Cruz.
Dales fuerza,
serenidad, paz y esperanza.
Págales Tu con
tu AMOR, todo lo que hacen por mí.
Ojala yo pudiera
aparecer ante sus ojos, como si fueras Tu mismo el
enfermo, el que
sufre, el que necesita misericordia.
Señor te pido
por mi familia. Bendícela, únela, ayúdala a crecer en el amor; que te conozcan
cada día más para que Tú inspires sus actos y toda su vida, AMEN. PADRE NUESTRO
Lector 4:
…Y MIENTRAS IBAN DE CAMINO QUEDARON LIMPIOS. UNO DE ELLOS, AL VERSE SANO
REGRESÓ ALABANDO A DIOS EN ALTA VOZ…
CONFIANZA, ALABANZA.
Dios te ama, y tu vida está en las manos de Dios, bajo control de tu Padre
Dios, que te ama infinitamente. Confía en El, pase lo que pase, y dale las
gracias, porque todo lo permite por tu bien. Vale la pena confiar en El sin
condiciones.
Una religiosa escribía: Me detectaron un cáncer avanzado. Me operaron dos
veces y tuve que soportar muchos tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Un día subí a mi celda y me arrodille ante el Cristo, que tengo en mi cabecera
y, con todo mi amor, le di gracias por mi cáncer. No sé lo que pasó, me quedé
fuera de mí. ¡Veía en el cáncer tanto amor y tanta delicadeza, haciéndome
participar del misterio de su Pasión! En esos momentos, estaba gustando
interiormente las alegrías del cielo, disfrutando de una felicidad
incomparable. De verdad que es mas grande el gozo que siento de sufrir por
Jesús que el mismo cáncer. El Señor, interiormente, me ha enamorado con su cruz
y puedo decir como San Pablo: Me alegro
de mis padecimientos por vosotros, porque suplo en mi carne lo que falta a las
tribulaciones de Cristo a favor de su Cuerpo que es la Iglesia (Col 1,214).
SILENCIO
Mi corazón está
siempre con la puerta abierta para que entre Jesús, cuando Él quiera, sin pedir
permiso. Yo le digo: “Estoy en tus manos, haz de mi lo que Tú quieras, sea lo
que sea te doy las gracias, porque te amo y confió en Ti
Vale la pena
confiar en Dios sin condiciones. Por eso, cuando tengas sufrimientos, dite a ti
mismo:” Mi Padre Dios vela sobre mí. Él
lo sabe todo, sabe lo que me está pasando y conoce mis necesidades. Mi Padre es
bueno y me ama. Puedo estar tranquilo, sabiendo que Él está tomando todas las
medidas necesarias para ayudarme y solucionar mi problema.
”Oh Señor,
aunque pase por un valle de tinieblas no temeré mal alguno porque Tú vas
conmigo”(Sal. 23) PADRE NUESTRO
Lector 5
¿NO QUEDARON LIMPIOS
LOS DIEZ?
¿DONDE ESTAN LOS
OTROS NUEVE?...
Nuestro Dios, es un Dios de
amor y quiere que el hombre siempre se acerque más y más a Él. Y una forma de
acercarse agradable para Dios es el agradecimiento. Nosotros debemos de
apreciar todo lo que nos ofrece día con día, desde un hermosos amanecer, el piar
de los pájaros, como crecen los lirios del campo, el calor de los rayos del
Sol, el sonido suave del agua, el pan que nos alimenta, el abrazo de un amigo
etc.
SILENCIO
Señor cuando
todo iba bien no sabía yo apreciar la alegría de levantarme de un salto, y de
abrir la ventana para que entrase la luz a raudales en mi cuarto.
No apreciaba la
felicidad que supone ofrecerte de rodillas mi cuerpo que despertaba, mis ojos,
mis brazos, mis piernas, todo mis músculos y prepararme a una nueva jornada de
trabajo.
Ha sido
necesaria esta enfermedad, Señor para hacerme comprender que la salud es un Don
de tus manos y que yo era un ingrato. Para reparar mi indiferencia de entonces
te ofrezco todos mis sufrimientos y los uno a los tuyos.
AMEN PADRE NUESTRO
Lector 6
LEVANTATE, TU FE TE
HA SALVADO…
MISION
LAS MANOS DE
DIOS.
Cuando veía a un moribundo es
su agonía lleno de dolor, cuando veía a una esposa traicionada y abandonada o
veía niños inocentes, que sufrían sin que nadie les tuviera compasión, me
seguía preguntando: ¿Dónde está Dios?
Un día tuve la osadía de
enfrentarme a Dios y decirle: Señor, ¿Por qué permites tanto sufrimiento? ¿Por
qué no haces algo para que haya más amor y más consuelo? ¿Dónde están tus manos
para acariciar a tantos que necesitan consuelo y amor, porque nadie los quiere?
¿Por qué no echas una mano de ternura a los que más te necesitan, especialmente
a los que sufren?
Después de un largo silencio,
escuché una voz en el fondo de mi alma, que me dejó sin aliento. Él me dijo:
Hijo mío, ¿no te das cuenta de que yo quiero
que tú seas mis manos y mis
pies, mi corazón y mi alma, y que con tu vida y
tu amor, lleves alegría y
consuelo a los que lo necesitan? Entonces, comprendí, de un solo golpe, que yo
debía ser las MANOS DE DIOS y que, en vez de criticar a Dios, lo que debía
hacer…
SILENCIO
Señor, ¿quieres
mis manos para dar amor a los pobres enfermos?
Señor, te doy
mis manos.
¿Quieres mis
pies para pasar el día, visitando a los encarcelados, a los necesitados a los
marginados?
Aquí estas mis
pies.
¿Quieres mi voz
para pasar todo el día hablando a quienes necesitan palabras de amor?
Aquí está mi
voz.
Señor, ¿quieres
mi corazón para amar todo el día y toda la noche a quienes me rodean?
Aquí está, Seño,
mi corazón y mi vida.
¿Quieres mi
dolor para seguir salvando a los hombres?
Aquí está mi
dolor y mi alma con todo lo que tengo y todo lo que soy. PADRE NUESTRO
ORACION (+Padre Emiliano
Tardif)
Señor
Jesús, creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias, Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros. Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias, Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo. Tú eres la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy queremos presentarte a todos los enfermos, porque
para Ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y Tú los conoces. Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través de tu Evangelio proclamado en esta Hora Santa para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia hoy; y que se renueva su fe y su confianza en Ti; te lo suplicamos, Jesús.
Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y leyendo los testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu renovador en el mundo entero.
Ten compasión de ellos, Señor. Desde ahora te lo pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sánalos, Señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma. Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre.
Tú nos has revelado que ya has tomado sobre Ti todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido
curados.
Hoy, Señor, te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud.
Te pedimos por la gloria del Padre del cielo, que sanes a los enfermos. Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu Nombre. Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque Tú eres Jesús,Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de nuestra oración en fe, te decimos: gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer en cada uno de ellos. Gracias por los enfermos que Tú estás sanando ahora, que Tú estás visitando con tu misericordia.
¡Gloria y alabanza a Ti, Señor!
BENDICIÓN DEL SANTÍSIMO
Durante las 24 horas habrá sacerdotes para administrar el sacramento de la penitencia.
Es una de las hora Santa mas hermosa que he leido que hermosa inspiración.
ResponderEliminarGracias. Por esta hora santa. No me canso de orar con ella. Y contoda la fe que puedo tener me entrego a Jesus para que el sane mis organos dañados por el cancer. Yo tengo la fe que el esta haciendo lo necesario para curarme.
ResponderEliminarEn los momentos de mayor angustia hacer una hora santa es la mejor medicina y está hora santa es una hermosa medicina al alma y al corazón gracias por tan hermosas palabras al señor santísimo jesucristo
ResponderEliminarMuy bonita reflexión. Gloria y alabanza a ti señor Jesús.
ResponderEliminarEsto está genial. Si con esta hora santa no nos hacemos más humanos, hemos perdido el tiempo.
ResponderEliminarEs bella esta hora santa y con fe la rezaré por la salud de mi mama qué tiene cáncer ������
ResponderEliminarCuando la leo me emociono, encuentro paz y esperanza...Señor regálale el don de la salud a Felipe...
ResponderEliminarGracias por esta hora santa tan maravillosa. Yo encuentro una paz y una tranquilidad en el señor por que se que El hace lo necesario para mi bien.
ResponderEliminarHermosa manera de reflejar lo que sufren y viven nuestros enfermos y el gran amor de nuestro Padre.
ResponderEliminarTodavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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