SAN DAMIÁN DE MOLOKAI. "EL LEPROSO VOLUNTARIO POR AMOR" (15 de Abril)
"EL LEPROSO VOLUNTARIO POR AMOR"
"ningún sacrificio es demasiado
grande si se hace por Cristo"
-Padre Damián
Nació el 3 de enero en la finca de sus padres, en
Tremeloo, Bélgica. Su nombre de bautismo es José Veuster. Estudió en
Braine-le-Comte. Entró en la vida religiosa con los Padres de los
Sagrados Corazones de Jesús y María (SS.CC.), el 7 de Octubre de
1860 y tomó como nombre Damián.
Siendo novicio en París se
ofreció para las misiones. Los SS.CC. habían llevado la Iglesia
Católica a Hawai y todavía estaban encargados suplir los sacerdotes.
En 1864 lo enviaron a aquellas islas y dos meses mas tarde, el 24 de
mayo, fue ordenado sacerdote en Honolulu, la capital.
Su
primera parroquia fue con los nativos de Puno y Kohala, tierra árida
y volcánica donde no existía iglesia ni ayuda alguna. La extensión
de su territorio es
aproximadamente que toda Bélgica, su patria. Recorría todo ese
terreno sin detenerse ante las grandes dificultades. Trabajó con sus
manos para construir la iglesia y se ganó la estima de aquella
gente.
1873 MOLOKAI
En Hawai se desató una terrible epidemia de lepra. El
pánico cundía por todas partes ya que se trata de una enfermedad
terrible en la que se pudre lentamente el cuerpo del enfermo. No se
conocía cura.
El rey promulgó un decreto: todos los que contraen la
enfermedad deben ser aislados, llevándoseles a una colonia especial
para ellos en la isla de Molokai. Debían por tanto separarse para
siempre de su familia. Se les llevaba alimentos y algunos
abastecimientos pero por lo demás eran allí abandonados a su suerte.
En 1873 el obispo de las islas se preocupaba de el
cuidado espiritual de los leprosos. Pero comprendía que si enviaba
un sacerdote a Molokai sería con la provisión que, bajo las
nuevas regulaciones del gobierno, debería quedarse allí para siempre
y casi de seguro contraería la enfermedad.
El Padre Damián pidió ser enviado. Inmediatamente se puso en camino. En
Honolulu se embarcó con 50 leprosos que eran enviados a Molokai.
Sus nuevos feligreses lo esperaban en la playa en
condiciones de extrema necesidad y desesperación. En las pésimas
condiciones que encontró en la colonia, solo tenía refugio en una cruda capilla de
madera donde su primer acto fue arrodillarse a rezar. Se pasó esa
noche limpiándola. Con tristeza escuchaba la risa de los borrachos, el
llanto de los moribundos, los aullidos de los perros salvajes que
devoraban a los muertos. Allí no había ley ni protección para nadie.
Los niños y las mujeres vivían con temor por la frecuente violencia.
La gente vivía sin
esperanza y sin paz. Se consideraba aquel lugar como un infierno en
la tierra.
El Padre Damián transformó aquel infierno con el poder del amor
divino en una comunidad de y amor y paz. Por años sirvió solo como santo sacerdote ocupándose
tanto las necesidades espirituales como las corporales. Bajo su
supervisión se construyó la
iglesia a la que nombró Santa Filomena, un hospital, enfermería, escuela, viviendas, etc. Su entrega
llena de fe tornó aquel lugar abandonado de todos en una ejemplar
comunidad donde se atendía a todos con esmero.
Por fin, en 1885, contrajo lepra a la edad de 49 años.
A
pesar del avance de la enfermedad, rehusó ser trasladado para
recibir tratamiento.
"Hasta este momento me siento
feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir
de aquí curado, respondería sin dudarlo: "Me quedo para toda la vida
con mis leprosos"".
A pesar grandes sufrimientos y con su cuerpo
desformado, continuó su ministerio hasta el fin de su vida.
A su hermano Pánfilo le escribe el 16 de noviembre de
1887, unos meses antes de morir:
"Continúo siendo el único sacerdote en
Molokai. El padre Columbano y últimamente el padre Wendelin Moellers
son los únicos hermanos que he visto desde hace dieciséis meses. Por
tener tanto que hacer, el tiempo se me hace muy corto; la alegría y
el contento del corazón que me prodigan los Sagrados Corazones hacen
que me crea el misionero más feliz del mundo. Así es sacrificio de
mi salud, que Dios ha querido aceptar haciendo fructificar un poco
mi ministerio entre los leprosos, lo encuentro después de todo bien
ligero e incluso agradable para mí, atreviéndome a decir como San
Pablo -Estoy muerto y mi vida está escondida con Cristo en Dios-".
Al final de su vida tuvo el consuelo
del Padre Wendelin y las hermanas franciscanas que fueron a
Molokai para encargarse de la enfermería. Entre ellas la beata Madre Marianna Cope quien dedicó
mas de 30 años al servicio de los leprosos.
Padre Damián murió leproso el 15 de Abril de 1889. Fue enterrado
junto a la Iglesia de Santa Filomena en Molokai, Hawai.
No faltaron acusaciones contra el Padre Damián aun después de su
muerte. ¡Le acusaron hasta de buscar su interés personal! Pero no
pudieron borrar la memoria de su santidad. Robert Louis Stevenson, presbiteriano, escribió una
apasionante defensa al Padre Damián en 1905.
En 1936, el cuerpo del Padre Damián, que había siempre
vivido en la mayor pobreza por amor al prójimo, fue
trasladado a la majestuosa catedral de Antwerp, Bélgica. El barco
que le traía fue recibido por el cardenal primado de Bélgica, Van
Roey, los obispos, el gobierno encabezado por el rey Leopoldo III y
una gran multitud.
Una estatua de bronze del Padre Damián en el Capitolio de EE.UU.
representa el estado de Hawai. Una réplica esta en la Legislatura
estatal de Hawai.
El primero de diciembre del 2005 el Padre Damián fue
escogido por una encuesta nacional belga como el belga mas grande de
todos los tiempos.
Beatificado por Juan Pablo II, el 3 de Junio, 1995
con el título de "Beato Damián de Molokai" Fue canonizado por Benedicto XVI 11 de Octubre de 2009.
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