Vamos a tardar mucho tiempo en olvidar la pandemia. Ojalá tampoco olvidemos algunas de las cosas que nos ha enseñado. Por un lado, “la entrega, la generosidad del personal sanitario, voluntarios, trabajadores y trabajadoras de la salud, sacerdotes, religiosos, religiosas”. Y por otro, la importancia de los sistemas sanitarios públicos.
"Recemos para que el compromiso del personal sanitario de atender a los enfermos y a los ancianos, especialmente en los países más pobres, sea apoyado por los gobiernos y las comunidades locales”.
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