SALUDO
La paz del Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu
MONICIÓN
Queridos hermanos. En el Evangelio leemos que nuestro Señor Jesucristo curaba a los enfermos, que acudían a él en busca de salud. Él mismo que durante su vida sufrió tanto por los hombres, está ahora presente en medio de nosotros, reunidos en su nombre, y nos dice por medio del apóstol Santiago: "¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en nombre del Señor, y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará"
ACTO PENITENCIAL
Hermanos, para participar con fruto en esta celebración,
comencemos por reconocer nuestros pecados.
·
Tú que por el misterio pascual nos has obtenido
la salvación del Señor: Señor, ten piedad. R/. Señor ten piedad.
·
Tú que no cesas de actualizar entre nosotros las
maravillas de tu pasión: Cristo, ten piedad. R/.
Cristo ten piedad.
·
Tú que por la comunión de tu cuerpo nos haces
participar del sacrificio pascual: Señor, ten piedad. R/.
Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.
BENDICIÓN PAPAL
En nombre de nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, te
concedo indulgencia plenaria y el perdón de tus pecados. En el nombre del
Padre, + y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 8,5-10.13
Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó,
rogándole: - Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre
mucho.
Jesús le contestó: - Voy yo a curarlo.
Pero el centurión le replicó: - Señor, no soy quien para que
entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano.
Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes: y le
digo a uno "ve" y va; al otro "ven" y viene; a mi
criado, "haz esto", y lo hace.
Al oír Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: -
Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe.
Y al centurión le dijo: - Vuelve a casa, que se cumpla lo
que has creído. PALABRA DEL SEÑOR.
LITURGIA DEL SACRAMENTO
Con humildad y confianza invoquemos al Señor, a favor de nuestro hermano N. – Dígnate visitarlo con tu misericordia y confortarlo con la santa Unción.
ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
*Bendito seas, Dios, Padre
todopoderoso, que por nosotros y por nuestra salvación enviaste a tu Hijo al
mundo. R/. Bendito seas por siempre,
Señor.
* Bendito seas, Dios, Hijo único
que te has rebajado haciéndote hombre como nosotros, para curar nuestras
enfermedades. R/. Bendito seas por
siempre, Señor.
* Bendito Dios, Espíritu Santo Defensor, que
con tu poder fortaleces la debilidad de nuestro cuerpo. R/. Bendito seas por siempre, Señor.
Mitiga, Señor los dolores de este
hijo tuyo, a quienes ahora, llenos de fe, vamos a ungir con el óleo santo; haz
que se sienta confortado en su enfermedad y aliviarlo en sus sufrimientos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
SANTA UNCIÓN
(El sacerdote en silencio, IMPONE
LAS MANOS sobre la cabeza del enfermo; después toma el santo óleo y unge al
enfermo en la frente y en las manos , diciendo una sola vez:)
Por esta santa Unción y por su
bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. R/. Amén.
Para que libre de tus pecados, te
conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. R/. Amén.
OREMOS
Te rogamos, redentor nuestro, que
por la gracia del Espíritu Santo, curas el dolor de este enfermo, sanes sus
heridas, perdones sus pecados, ahuyentes todo el sufrimiento de su cuerpo y de
su alma y le devuelvas salud espiritual y corporal, para que, restablecido por
tu misericordia, se incorpore de nuevo a los quehaceres de su vida. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos.
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(Para uno que está en AGONÍA):
Padre misericordioso, tú que
conoces hasta dónde llega la buena voluntad del hombre, tú que siempre estás
dispuesto a olvidar nuestras culpas, tú que nunca niegas el perdón a los que
acuden a ti, compadécete de tu hijo N., que se debate en la agonía.
Te pedimos que, ungido con el óleo
santo y ayudado por la oración de nuestra fe, se vea aliviado en su cuerpo y en
su alma, obtenga el perdón de sus pecados y sienta la fortaleza de tu amor.
Por Jesucristo, tu Hijo, que
venció a la muerte y nos abrió las puertas de la vida y contigo vive y reina
por los siglos de los siglos. R/.Amén.
PADRE NUESTRO
Y ahora todos juntos invoquemos al Señor con
la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre nuestro…
AVE MARÍA
BENDICIÓN
-
Que Dios Padre te
bendiga. R/.
Amén.
-
Que el Hijo de Dios te
devuelva la salud. R/. Amén.
-
Que el Espíritu Santo
te ilumine. R/. Amén.
-
Que el Señor proteja
tu cuerpo y salve tu alma. R/. Amén.
-
Que haga brillar su
rostro sobre ti y te lleve a la vida eterna. R/. Amén.
-
Y a todos vosotros,
que estáis aquí presentes, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y
Espíritu Santo. R/. Amén
RECOMENDACIÓN DEL ALMA O ENTREGA DE LOS MORIBUNDOS A DIOS
Alma cristiana, al salir de este
mundo, marcha en el nombre de Dios Padre todopoderoso que te creó; en el nombre
de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que murió por ti; en el nombre del Espíritu
Santo, que sobre ti descendió.
Entra en el lugar de la paz y que
tu morada esté junto a Dios en la Patria celestial, con Santa María Virgen,
Madre de Dios, con San José y todos los Ángeles y santos.
A continuación se puede rezar la
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María! .Ruega por nosotros santa Madre de Dios . Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén
SI ACABA DE FALLECER
V./ Venid en su ayuda, santos de
Dios. Salid a su encuentro, ángeles del Señor.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo.
V./ Cristo que te llamó, te
reciba, y los ángeles te conduzcan al regazo de Abraham.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo.
V./ Dale, Señor el descanso eterno,
y brille para él (ella) la luz perpetua.
R./ Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo.
Oremos. Te pedimos, Señor, que tu
siervo (-a) N., muerto (-a) ya para este mundo, viva para ti, y que tu amor
misericordioso borre los pecados que cometió por fragilidad humana. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén
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