Existen
varios problemas sociales que si no son tenidos en cuenta llevan directamente a
la mar-ginación y a la exclusión de las personas mayores, más si están
enfermas.
Muchas
personas mayores viven en situaciones de suma precariedad y necesidad,
generadas por:
• la combinación
o ausencia de varias auto-nomías: la física, la mental y social, sean totales o
parciales;
• la limitación
de su capacidad de relacio-narse, ya que no trabajan y han perdido el status
social.
Nuestra
sociedad debe atender adecuadamente sus necesidades, tomando las medidas
pertinentes con urgencia, si se quiere seguir manteniendo la dignidad del
anciano enfermo. Los agentes de pastoral de la salud han de conocer estas
necesi-dades sociales y buscar soluciones, implicando a la sociedad, a la familia,
a las comunidades cristianas y al Estado.
NECESIDADES SOCIALES
• El aumento de
personas ancianas en los próximos años, en particular de mayores de 80 años,
supondrá un incremento importante de las necesidades de atención especializada:
muchos no sólo serán mayores de 80 años, sino que ade-más estarán enfermos.
• La capacidad
de calidad de vida dependerá, en gran medida, de la pensión de jubilación que
perciban. Las pensiones son ahora insuficientes en el 80 % de los casos. Esto
implica depen-dencia de los demás e inseguridad.
• El deterioro
de la autonomía y de la movilidad de los ancianos provoca aislamiento. Muchos
ancianos enfermos viven solos, desatendidos por la sociedad, por los hijos y
familiares y por el Estado.
• La
organización de la vida urbana actual representa importantes obstáculos para la
convi-vencia de las personas mayores enfermas: barreras arquitectónicas,
escasez de servicios para el tiempo libre, escasez de residencias de día,
centros de asistidos etc.
• Las viviendas
habitadas por ancianos suelen ser viejas y deterioradas, sin ascensor, sin
calefacción, húmedas.
• A los ancianos
enfermos la sociedad no suele prestarles los servicios que requieren: atención
sanitaria a domicilio...
• Faltan
programas de acogida y de integra-ción del anciano enfermo y de su familia en
las sociedad.
DESAFIOS
• El progresivo
envejecimiento de nuestra so-ciedad pide transformaciones importantes en la
organización social y en el Estado del bienestar, en la medida en que está
cambiando radical-mente la demografía: más viejos y menos niños.
• Cada vez se
necesitarán más recursos econó-micos y humanos para atender a los ancianos
enfermos.
• Además, los
ancianos futuros serán más cultos y ello comportará la exigencia de más
recursos económicos, sanitarios, sociales, etc.
¿QUÉ HACER?
• Prepararse
para atender dignamente a los ancianos enfermos.
• Se hace
necesario conocer la situación socio-económica y sanitaria de los ancianos para
prestar soluciones adecuadas.
• Hemos de
potenciar el asociacionismo entre los familiares de los ancianos enfermos para
que se apoyen y busquen y reivindiquen soluciones.
• Se han de
denunciar situaciones injustas y urgir a las administraciones públicas.
• Un quehacer
importante consiste en con-cienciar a la sociedad y a las comunidades
cristianas sobre la problemática de los ancianos enfermos.
• Se ha de
trabajar unidos a las asociaciones e instituciones que se preocupan de estos
enfer-mos.
• Hemos de dar a
conocer los derechos de los ancianos enfermos y urgir su cumplimiento.
• Trabajar para
que se implante la atención sanitaria continuada domiciliaria a quienes la
necesiten.
• Dedicar tiempo
a acompañar a estos enfermos y ayudar a sus familiares.
• Tratar de que
estos enfermos, en lo posible, sigan participando en la vida social, cultural,
etc.
EXPERIENCIA
Hace unos años, en el
Arciprestazgo de San Vicente de Paúl de Madrid, se creó y promovió un programa
de asistencia domiciliaria a enfermos terminales. La asistencia que se presta
es integral: médica, psicológica, social, espiritual y religiosa. No sólo se
asiste al enfermo terminal, sino también a la familia, ofreciéndole formación y
apoyo.
CUESTIONARIO
• ¿Cuáles son
las principales necesidades sociales del anciano enfermo?
• Desde tu
experiencia ¿cuáles son las princi-pales necesidades sociales de los ancianos
enfer-mos de tu parroquia?
• ¿Qué crees que
debiéramos empezar a hacer para paliar o solucionar algunas de estas
necesi-dades?
COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA
Royuela H., "El sufrimiento en las personas mayores
enfermas ", en "Labor
Hospitalaria", 235.
"Pastoral de la Tercera Edad", Ed. CEME, Salamanca.
ORACION COMUNITARIA
Ayúdame,
Señor,
para
que sea todavía útil a los demás,
contribuyendo
con mi optimismo y mi oración
a
la alegría y al entusiasmo
de
los que ahora tienen responsabilidad;
viviendo
en contacto humilde y sereno
con
el mundo que cambia,
sin
lamentarme por el pasado que ya se fue;
aceptando
mi salida de los campos de la actividad,
como
acepto con naturalidad la puesta del sol.
Enséñame,
Señor, a envejecer.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario