viernes, 4 de noviembre de 2022

JESÚS MODELO DE SALUD

¿Qué es salud para un cristiano?

Salud es la vivencia armoniosa de todas y cada una de las dimensiones de la persona: física, emocional, intelectual, social, valórica y espiritual; en todas las etapas del arco de la vida; en todas las relaciones personales y comunitarias; en equilibrio con la ecología; posibilitando al hombre alcanzar su autorrealización y plenitud humana en sintonía con la voluntad de Dios.

¿Quién es nuestro modelo de salud?

Jesús sano, saludable, sanador, saneador y salvador es nuestro modelo de salud (Mateo Bautista, Jesús sano, saludable, sanador. Ed. San Pablo, 2000, pp. 13-22.).

En efecto, Jesús es sano porque vive en clave de salud en todas y cada una de las dimensiones de su persona. Es saludable porque irradia salud. Es sanador porque regenera procesos personales de liberación. Es saneador porque lleva la “saludabilidad” a las estructuras, mentalidades e ideologías. Es salvador porque es el Hijo del Dios vivo, el redentor.

Jesús es sano, saludable, sanador, saneador y salvador en sus palabras, coporeidad, afectividad, sentimientos, actitudes, hechos, gestos proféticos, proximidad y en las zonas oscuras de la existencia humana (dolor, sufrimiento, agonía…).

Jesús vive una salud integral, radical, responsable, gozosa, liberadora, reconciliadora, transformadora, solidaria, personal y comunitaria, abierta a la salvación. 

  • Salud integral
    La salud que Jesús encarna y promueve no consiste sólo en una mejoría física. Su acción sanadora va más allá de hacer retroceder una enfermedad o eliminar un problema orgánico. Jesús busca la sanación integral de la persona. Fomenta acciones carismáticas de salud.
  • Salud radical
    La salud de Jesús renueva a la persona desde sus mismas raíces, poniendo al enfermo en contacto con su poder terapéutico para estimular una salud completa.
  • Salud responsable
    Jesús que crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (Lc 2,52), cuidó, protegió y estimuló su salud, haciéndola corresponsable de la salud de los hombres.
  • Salud gozosa
    Jesús es un hombre que vive la vida intensamente, con profunda alegría interior enraizada en la experiencia gozosa del Padre. Esta experiencia no lo aleja del sufrimiento de la gente. Al revés, Jesús se conmueve profundamente y actúa con empatía ante el dolor y sufrimiento de los hombres.
  • Salud liberadora
    Desbloquea lo que impide el despliegue sano de la persona. Libera de la culpa, de los prejuicios, del miedo, de la ansiedad, llevando a un señorío más profundo la existencia humana.
  • Salud reconciliadora
    Integra a toda persona en perfecta armonía consigo, con el hermano, con Dios, con la naturaleza. Reconcilia con el tiempo, con la historia, con los límites…
  • Salud transformadora
    Lleva a un modo nuevo de pensar y de vivir; a una calidad nueva en el comportamiento, en el sentir, en el amor; a una verdadera conversión.
  • Salud solidaria.
    La salud solidaria de Jesús invita al hombre saneado a ser un hombre nuevo; a vivir una salud responsable hacia sí y hacia los demás; a encarnar un nuevo espíritu de servicio hacia los más débiles.
  • Salud personal-comunitaria
    Jesús no ama el sufrimiento ni lo busca, pero sabe aceptarlo, integrarlo, elaborarlo, hacerlo motivo de crecimiento. Es para Él ocasión propicia para mostrar su amor y confianza total en el Padre, y para mostrar su amor y solidaridad incondicional a los hombres.
  • Salud-salvación
    Jesús vive y promueve una salud no idolatrizada en sí misma. Está al servicio de la causa del Reino de los cielos.

Jesús es salud que se ofrece a sanos y enfermos. Él es el evangelio de la salud para la salud. Es el evangelio de la salud para el sufrimiento.

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