La
enfermedad, sobre todo si es grave, provoca una crisis en la familia. No se nos
educa para la enfermedad. Vivimos la vida, hacemos planes, proyectos, sin
pensar que puede llegar la enfermedad.
Cuando
ésta llama a la puerta de una familia, trastorna su vivir habitual. La
enfermedad supo-ne cambios en la vida ordinaria, obliga a tomar decisiones para
afrontar la nueva situación. La enfermedad es fuente de inquietud, de
preocu-pación, de conflictos y desequilibrios emociona-les. Pone a prueba los valores
en que se asienta la familia y la solidez de los lazos afectivos, la unidad y
solidaridad de todos sus miembros.
El
papel de familia es fundamental, pues el paciente no puede ser bien atendido y
entendido sin contar con ella. El enfermo necesita sentir que está rodeado de
afecto y que está respaldado por los suyos.
La
familia desarrolla una labor imprescindible en la atención integral al enfermo
anciano ya sea en el hospital o en casa. Da seguridad al enfer-mo, hace que no
se sienta abandonado. Pero para ello, es preciso que la familia tenga un
com-portamiento maduro y equilibrado; que evite el paternalismo exagerado; que
anime al enfermo en su lucha; que le permita desahogarse y le infunda ánimo y
fortaleza en los momentos de debilidad.
Para
que la familia pueda cumplir esta difícil y hermosa tarea, necesita, a su vez,
la ayuda y el apoyo de allegados, amigos, sociedad, sistema sanitario, y, sea
creyente o no, de la comunidad cristiana.
NECESIDADES DE LA FAMILIA
DEL ANCIANO ENFERMO
• Cuando el
anciano está internado, tener la seguridad de que el anciano está bien
atendido.
• Disponer de
información cierta y suficiente del estado del enfermo, de las pruebas que le
van a realizar, del tratamiento que ha de seguir y del proceso de la
enfermedad, para poder afrontarlo junto a él.
• Orientación
sobre la forma de aliviarle el sufrimiento.
• Apoyo y
acompañamiento.
• Ayuda a
domicilio.
• Centros de día
para que la familia pueda desenvolverse normalmente y para liberarla de la
tensión que supone atender a ciertos enfermos ancianos.
• Asesoramiento,
si es necesario, en recursos sociales y legales.
• Escucharla y
darle la posibilidad de hablar abiertamente de las dificultades y problemas
causados por la enfermedad en la familia.
• Unión y
comprensión entre los miembros de la familia.
• Poder
descansar, facilitándoles algún tipo de suplencia.
• Recibir
visitas de otras personas que les proporcionen apoyo físico y anímico y que les
ayuden a encontrar sentido a las experiencias y situaciones que están viviendo.
• Poder
acompañar al enfermo todo el tiempo posible, si está hospitalizado.
• Si el enfermo anciano y la familia son cris-tianos, atención religiosa de la comunidad parro-quial, y siempre su solidaridad.
AYUDAS QUE SE LES PUEDEN PRESTAR DESDE LA PARROQUIA
• Facilitarles
encuentros con los familiares y asociaciones de ancianos enfermos que sufren
igual enfermedad. Así se pueden apoyar mutua-mente y les permite que su voz y
sus necesidades se oigan en la sociedad y en la administración.
• Apoyo y
acompañamiento. Suplirles con alguna frecuencia en el cuidado al anciano
enfermo.
• Ayuda
económica y legal, si la precisan.
• Escucharles y
darles ánimo.
• Ayuda
espiritual y religiosa si son creyentes cristianos.
• Apoyarles en
todas sus necesidades.
EXPERIENCIA
Anciana
enferma de 90 años. Demencia senil, bronquitis e infección en las vías
urinarias. Dos hijos. Uno de ellos se niega a atenderla. La atienden la hija y
su esposo. Así se expresa su hija:
"La enfermedad de mi
madre ha sido muy traumática. Mi esposo y yo, jubilados, no contamos con muchas
energías. No la podíamos dejar sola ni un momento. Para poder atender mi casa y
dormir algo, tuve que contratar a una mujer que la atendiera dos horas por la
mañana y dos por la tarde. Mi esposo y yo no podemos ir juntos a ninguna parte.
Hemos roto con los aspectos físicos de las relaciones. Yo he tenido que salir
de nuestra habitación de matrimonio para dormir junto a ella."
CUESTIONARIO
• ¿Es importante
la familia para el enfermo? ¿Por qué?
• ¿Cuáles son
las necesidades principales de la familia del anciano enfermo?
• ¿En qué debe
ayudarles la comunidad pa-rroquial?
• ¿Qué te
sugiere el testimonio leído?
COMPROMISO
BIBLIOGRAFIA
AA.VV., "Los diez días del enfermo en la
Iglesia española", EDICE, Madrid, 1994.
"Mi Padre" ("Dad"), película dirigida por Gary David Goldberg y protagonizada por Jack Lemon y Ted Danson.
ORACION COMUNITARIA
Señor,
nuestro familiar, al que tú amas,
está
enfermo.
Toda
la familia hemos enfermado con él.
Ten
compasión de nosotros
y
socórrenos, Señor.
Si
es posible,
que
pase de él y de nosotros este cáliz,
pero
no se haga nuestra voluntad,
sino
la tuya.
Haznos
sensibles
a
las necesidades de nuestro familiar enfermo
y
comprensivos con sus limitaciones.
Danos
fuerzas
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